lunes, 16 de noviembre de 2015

Razones para practicar caligrafía


Cuando la gente se entera de que últimamente me he vuelto adicta a las plumillas, tintas, abecedarios y rotuladores varios, me miran como si me hubiera vuelto loca:


     “- Sí, caligrafía, me ha dado por la caligrafía“.

La siguiente pregunta que me suelen hacer es: ¿Y eso… por qué?


Voy a aprovechar este post para explicar algunas de las razones por las que este mundillo engancha.

1. Es bueno para la mente. La caligrafía requiere de concentración, paciencia y disciplina. Cuando te sientas a practicar, únicamente piensas en la plumilla, tu mano, y la presión que tienes que ejercer en cada movimiento para que los trazos sean perfectos. No hay lugar para los problemas del día, ni para tu jefe, ni para la lista de la compra... Conectas mano y cabeza y todo lo demás desaparece.  Y esto no lo digo solo yo… existen estudios científicos que revelan que la caligrafía tiene efectos anti-estrés similares a la meditación.

2. Tiene infinidad de aplicaciones. ¿Por qué no sorprender a un amigo con una lámina caligrafiada con su frase favorita,  hacer los detalles de tu boda tú misma, o crear tus propias felicitaciones de Navidad o cumpleaños? Con poco que practiques, se pueden hacer cosas geniales, y sobre todo, muy personales.



 
3. Si buscas en Instagram el hastag #calligraphy salen aproximadamente 1.7 millones de entradas. Eso quiere decir que hay un montón de personas en todo el mundo con quien compartir esta afición. Podrás ver distintos estilos, conectar con la gente que más te interese, descubrir materiales, resolver dudas, en resumen, aprender. 

Si aún no te he convencido, piensa que en este mundo tecnológico en el que vivimos, nos hemos acostumbrado a escribir a base de pulsaciones de teclas o en las pantallas de nuestros móviles. Escribir a mano ya tiene mérito, pero te aseguro que hacerlo con plumilla y tinta tiene un encanto especial.
¿Te animas a hacerlo con nosotras?

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